sábado, octubre 28, 2006

Saludo a la Matina

Las arañas corretean por el piso que piso,
en las junturas se esconde el polvo,
la gente pasa y pesa
y el sol saluda diariamente mi pelo arremolinado asomando en la ventana.

¡Hey vieja puta!,
¡he cartero!, ¡periodiquero!.

Que lejos está el cielo pero cómo golpea.

Sufren mis ojos cavernícolas,
la lectura de los signos coloreados,
sus caras.

Hallo el antiácido antes que Antonio,
¿entiendes? ...                    
atiende.
Aún está dormido,
la función fermenta afuera felinos faisanes afeminados,
y regreso bostezando
con el calzoncillo a media raja,
¡oh!, recuerdo a aquella chica maja
que revoloteaba desnuda como la india de Charriére,

con desenvoltura tribal.

Periodiquero, eh frutero, lechero de leche de cabra.
es inusual un sueño tan profundo
con el lechero y el periodiquero andando allá afuera.
simulación.
ve por la hogaza de pan, so holgazán,
quitate las telarañas y las lagañas
pasale agua a esa cabeza calva que espera.

Chucho,
no le veas cruzar los dedos,
sigue,
olvida al gato,
que ya le hace falta mierda a mi zapato.

Busco la suerte pero no la encuentro,
el lechero y el cartero
pasan primero.

Deja de ensoñar y ve a rabdomar,
que el chucho cagó y echó a andar.

Crapillo

Roberto Bolaño - Los perros románticos

En aquel tiempo yo tenía veinte años y estaba loco. Había perdido un país pero había ganado un sueño. Y si tenía ese sueño lo demás...