jueves, octubre 25, 2007


Si, siempre voy tarde, siempre la comida a medias, el fresco a medias, el baño a medias, los nervios a medias, lo que quiere decir flacos y escurridos.
Y todo termina por un rato, lo que me enganchaba como con arnés me suelta por un momento, me afloja, digamoslo así, y soy casi libre por un rato, como un ratón que husmea fuera de la jaula, en todo el laboratorio.
Respiro el aire, siento el sol, tomo conciencia de mi entorno, hay árboles ahora, es octubre, mi piel se crispa con el viento, no encuentro hacia dónde ver primero, por dónde gastar unos pasos, unos minutos, unas horas, hasta que se me encuentre.
Anoche hizo frío, y dormí diez horas, un verdadero lujo, abrí un poco las ventanas, desdoblé una cobija extra y me metí en la cama como en una cámara, una cabina, una experiencia. Los pensamientos dieron paso a las sensaciones, que volvieron a mi en forma de nuevos pensamientos, más claros y benignos, reciclados.
La tarde irradia, es mía, como el viento, como el sol, ese sol en en que los átomos chocan y se funden haciendo nuevos átomos, produciendo tormentas que queman nuestros cables eléctricos, a quien le importa? a mi no, Es ineludible.
La tarde me chispea en la cara, dorándola como una corteza de bagette, la siento crujir muy suavemente.
Y de repente voy sintiéndome triste, pero no es tristeza, y pienso que también las palabras se confunden, voy sintiéndome proclive a la melancolía, cada paso que doy voy llenándome de un vacío que empieza a cundirme, a entumecerme, a quitarme velocidad.
Voy pensando el los clichés, en la melancolía mediática, quiero decir esa melancolía de diseño que busca crear estados de ánimo o de la que se ha hablado tanto y de la que tanta gente, proclamando extrema sensibilidad de libro barato, ha hablado hasta el cansancio hasta babear. Esa gente que en marzo y abril va a la playa y a fin de año, se pone triste y saca con infantil emoción, sus bufandas y sus guantes.
Me lo tomo con inteligencia y regreso y me doy cuenta que mi melancolía responde mas a una tensión menguante que a otra cosa. Me recompongo y me doy cuenta que he estado triste desde hace rato, no triste, hipocondríaco, no hipocondríaco, contenido.

Crapillo octubre 2007

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola cap..... muy bueno tu poema.... tiene un poco de verdad y de fantasia... pero igual es uno de los que me gustan.... te kiero mucho.... solo pasaba por aki a empaparme un poco de vos!!!!

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