El mal tiempo

La humedad ha minado hasta mi garganta,
mi tocadiscos salta a cada rato,
en una esquina de mi cuarto
una mancha de moho avanza.

Las grietas de la banqueta
gestan vetas verdosas,
las esquinas de los patios también.
los fierros chorrean herrumbre,
sangran como derrotados.

Parece que el invierno lo doblega todo.

Empezó por mis zapatos
y el ruedo del pantalón,
al cabo de un rato los calzoncillos también,
después todo cayó,
incluído el corazón.

El paraguas no sieve,
las prendas impermeables,
los techos,
el reporte del tiempo,
nada.

Crapillo