viernes, julio 27, 2007

la music

A veces siento que la música es un lugar en el que puedo estar bien, no quiero pecar de pueríl ni de fanático, de cierto tipo de adolescencia tardía... no tengo ipod aunque quisiera uno, quizás no para andarlo cargando y tener todo el día ese colgajo pendiendo de mis dos orejas, la verdad, me cae un poco mal la gente que no se quita los audifonos ni para ducharse, sino que lo usaría como un tipo de compañía para los ratos en los que uno tiene que esperar o puede acompañarse de un buen disco.
Me explico un poco: Una canción puede dirigir mi pensamiento hacia un montón de lados, me hace devanear entre recuerdos, esto puede ser por una ligadura a cierto momento determinado y que la canción no es más que el vínculo que me lleva hacia aquello. La música me apacigua, me pasa con lambchop, a veces todo puede estar mal, los mil cables conductores de la vida pueden estar pelados, retorcidos, enreverados, pero el simple hecho de escuchar "the new cobweb summer", me hace sentir que no todo está tan mal, que sería bueno que tomara un poco de aire.
Arcade Fire es otro lugar en donde puedo estar bien, "Tunnels" puede hacerme recordar que tengo sentimientos, que algo puede frustarme, que puedo correr y gritar todavía, además de interpelar algo dentro mío, algo que no pasa por el filtro de mi mente, algo que llega del más certero modo directamente a mis sentidos, es como si cierto hambre de los sentidos quedara satisfecha luego de oírla.
"Love Sick" de Dylan me hace crujir las visceras como hojuelas de cereal para el desayuno, me lastima, pero "el dolor es dulce".
Animal Collective con canciones como "for Reverend Green" o "fireworks" o "grass" parece decirme "no les hagás caso a esos pizados de atrás.
Claro que no olvido a los otros que han desfilado por mi corazón: Devendra, Stars, Vincent Gallo, The New Pornographers, Destroyer, Calamaro, Spinetta, García, Paez, Bersuit, The Beatles, Pearl Jam, Pink Floyd, Costello, Djavan, Nascimento, Antony and the Johnsons, Tom Waits, uff...y cien mas...

No hay comentarios.:

Roberto Bolaño - Los perros románticos

En aquel tiempo yo tenía veinte años y estaba loco. Había perdido un país pero había ganado un sueño. Y si tenía ese sueño lo demás...