Tú, la unívoca doña de mi vida,
mi compaña amantígena, mi centro,
sin ti me rajo todo reteadentro,
me vuelvo un moridor, un egocida.
Poseyenta de todo mi besaje,
si no estás en un tris me desvarono,
desamachado me ajo de abandono
y a lagrimazos te hago un homenaje.
En mi corazonancia te enaltezco,
si me falta tu roja labiadura
me ahueco entero de una llenadura
de solitud y amárugico empolvezco.
Tienes razón: mi pene es imperfecto,
sin ti me desespermo y deserecto.
Luis Mariano Montemayor
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