domingo, junio 24, 2007

Charles Bukowski - Nirvana


Sin muchas oportunidades,
Sin propósito alguno,
Era un hombre joven
Montado en un autobús
A través de Carolina del Norte
Camino a alguna parte
Y empezó a nevar
Y el autobús paró junto a un bar pequeño
En las colinas
Y los pasajeros entraron.
Se sentó en la barra
Con los demás,
Pidió y le sirvieron.
La comida era especialmente buena
Y el café.
La camarera no era como las mujeres
Que había conocido.
No era afectada,
Irradiaba naturalidad.
El cocinero decía disparates.
El lavaplatos, al fondo, se reía,
Con una risa bondadosa clara agradable.
El joven observaba la nieve
a través de las ventanas.
Quería quedarse en aquel bar
Para siempre.
Lo invadió la curiosa sensación
De que todo era hermoso allí,
Sería siempre hermoso allí.
Entonces el chofer dijo a los pasajeros
Que era hora de irse.
El joven pensó,
Seguiré sentado aquí,
Me quedaré aquí.
Pero después se levantó
Y siguió a los demás
Al autobús.
Buscó su asiento y miró hacia el bar
A través de la ventanilla del autobús.
Entonces el autobús arrancó,
Tomó una curva, cuesta abajo,
Dejó atrás las colinas.
El joven miraba hacia adelante.
Los otros pasajeros hablaban de otras cosas,
O leían
O intentaban dormir.
No habían percibido la magia.
El joven inclinó la cabeza
Hacia un lado,
Cerró los ojos,
Simuló que dormía.
No había nada más que hacer...
Solamente escuchar el ruido del motor,
El ruido de las ruedas en la nieve.

Charles Bukowski

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